El Pilar de Zaragoza es probablemente la basílica más original de España. Los miles de turistas, nacionales e internacionales que cada año visitan la capital aragonesa quedan impresionados por la altura, la planta y el colorido de este impresionante monumentos que se asoma al Ebro majestuosamente.
La Basílica de Nuestra Señora del Pilar cuenta con algunas torres que alcanzan los noventa metros de altura, poniendo al skyline de la capital maña a la altura de otros mundialmente famosos.
La obra “Venida de la Virgen”, obra del conocido escultor Pablo Serrano, puede apreciarse en el centro de la fachada por el lado de la plaza. Su color blanco y sus formas que mezclan redondeces y aristas llaman la atención de quien se acerca al monumento.
Aunque si hay algo verdaderamente llamativo en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar son sus numerosas cúpulas, de distintos tamaños, pero siempre evocadoras y misteriosas. Muchas de ellas están además adornadas con tejas de colores azules, verdes, amarillos y blancos; imposible no fijarse en este colorido detalle que también puede apreciarse en la cúpula de la Iglesia de San Ildefonso o de Santiago el Mayor que se encuentra ubicada en la Avenida César Augusto, muy cerca de la Plaza del Pilar.