El Parque Primo de Rivera, popularmente conocido como Parque Grande, alberga uno de los rincones más románticos de toda Zaragoza. Adentrándose en sus caminos y jardines, dejamos a un lado el jardín botánico y llegamos a la Rosaleda, uno de los espacios más bellos del lugar.
Su diseño, comenzó once años después de que se diese por inaugurado el parque y así, en el año 1940 ya estaba abierta al público este área, muy diferente del resto de ambientes del espacio natural en que se integra.
Ideada especialmente para ser disfrutada por los románticos, un paseo por sus caminos convierten una tarde normal en un momento especial, dado el marco de ensueño que rodea a quienes allí acuden. Rosales de distintos tipos ofrecen sus flores a diferentes alturas, llenando con su aroma la atmósfera que los rodea. Sus colores se complementan con los de otras plantas, arbustos y árboles, que hay alrededor tales como las adelfas, los aligustres del Japón o los Cercis Siliquastrum (también llamados árboles del amor).
Sólo un apunte. A raíz del fallecimiento de J. A. Labordeta el “Parque Grande” pasó a llamarse Parque José Antonio Labordeta. De esto ya hace unos añitos.
Un saludo