Un viaje futurista hacia la tradición. Una aventura en pleno Somontano. Así es cómo se define lo último en enoturismo y que puede resumirse con una visita a la Bodega Irius, situada en pleno corazón de esta región vinícola aragonesa que se va haciendo con una legión de fieles seguidores y hasta la que llegan cada fin de semana decenas de amantes del vino y el diseño.
Absum, Irius y Disuperi, tres nombres propios para tres de los vinos seleccionados para sus cartas por algunos de los mejores restaurantes de nuestro país. Beber vino está de moda y visitar bodegas es tendencia.
Las catas más chic en un entorno incomparable e inconfundible comienzan tras un paseo por los viñedos de Irius. Desde cualquier punto se puede divisar el peculiar edificio en acero y cristal, una construcción que el arquitecto Jesús Marino Pascual, diseñador también de los espacios interiores, creó en exclusiva para la bodega inspirado por la extraordinaria fuerza y modernidad de sus caldos.