El Castillo de Loarre es una impresionante fortaleza situada en la sierra del mismo nombre de Huesca, que está considerada como el castillo románico más imponente de nuestro país. Fue construido por el rey Sancho Ramírez I de Aragón y posteriores sobre los restos de una antigua fortaleza romana a finales del siglo XI.
El castillo está enclavado sobre un macizo de roca caliza que los sitúa a más de 1.000 metros de altitud, dominando los territorios de la Llanura de la Hoya de Huesca en una posición estratégica que permitía controlar y hostigar a los musulmanes de Bolea y Ayerbe.
La vista del castillo al aproximarnos en él es imponente y no resulta difícil imaginar que en su época resultaba prácticamente inexpugnable, la roca sobre la que se asienta le servía de protección y de ventaja defensiva, además estaba rodeado por una doble muralla de unos 200 metros de longitud y aproximadamente metro y medio de espesor que contenía en su cara interna un camino para hacer las rondas de vigilancia. El murallón estaba protegido además por once torreones, todos semicilíndricos excepto 1, de planta cuadrada.
La planta del conjunto defensivo es totalmente irregular debido, en gran parte, a las ampliaciones, ya que, sobre la estructura original se fueron edificando y adosando posteriores edificaciones que modificaron su estructura y modificaron algunas de las funciones de sus partes, por ejemplo la Torre del Homenaje, que se eleva sobre todo el conjunto, destaca por su altura de 22 metros y es una de las torres del siglo XI mejor conservadas de Europa, que en su emplazamiento original estaba fuera del recinto, como refuerzo defensivo del acceso y estaba unida al castillo por una pasarela de madera que se podía retirar en caso de que las defensas fueran vencidas, pero que por las intervenciones posteriores quedó situada en el interior y algo desplazada de la vida de la fortaleza.
Algunas partes del castillo original quedaron ocultas, otras fueron sustituidas y, al ampliar su área intramuros, se añadieron nuevas edificaciones al conjunto, en el que destacan una pequeña capilla lombarda de Nuestra Señora de Valverde, la cripta de Santa Quiteria, situada a la entrada y la iglesia de San Pedro, que se adapta majestuosa al terreno sobre el que se alza, destacando por la rareza de la soberbia cúpula, tan poco corriente en la época.
A lo largo de los siglos, y al dejar Loarre de ser territorio fronterizo, la fortificación perdió su razón de ser, por lo que fue reutilizada como monasterio. Acualmente se encuentra en buen estado de conservación lo que le ha valido un gran reconocimiento internacional, por ejemplo, fue el escenario donde Ridley Scott rodó el largometraje Kingdom of Heaven (El Reino de los Cielos), con la participación como extras de prácticamente toda la población de Loarre y protagonizada por Orlando Bloom, Eva Green, Liam Neeson y Jeremy Irons.
Marga G.-Chas Ocaña