Jaca está ubicada en un entorno extraordinario, idóneo para aquellos que quieran hacer una escapada rodeados de naturaleza y al mismo tiempo descubrir un lugar histórico. También es el destino perfecto para los amantes del montañismo y el esquí, ya que se encuentra a los pies de los Pirineos. Aquí he incluido los lugares de interés y algún consejo para que puedas preparar tu viaje y disfrutar al máximo de este hermoso lugar.
Nos encontramos a muy pocos kilómetros de la frontera con Francia, en una ciudad que forma parte de la Ruta Jacobea del Camino de Santiago, y que llegó a convertirse en la capital de Reino de Aragón. Recorremos la ciudad para conocer su historia y sus visitas imprescindibles.
Ciudadela de Jaca
Cuando te sitúas ante esta extraordinaria construcción de carácter defensivo, es fácil retroceder en el tiempo e imaginar a los franceses atravesando Los Pirineos para venir a atacar; y es que, la fortaleza conserva perfectamente su estructura.
Jaca construyó esta fortaleza militar porque era uno de los puntos estratégicos fronterizos. Es de forma pentagonal, con una muralla impresionante, un foso en el que quizás puedas ver algún ciervo que vive por allí, con la entrada a través de un puente y una monumental puerta.
En el interior podrás ver diferentes edificios, entre ellos un enorme Museo de Miniaturas Militares que alberga figuras de soldados de todas las épocas. La entrada cuesta 7 euros y es una visita que te recomiendo hacer.
Catedral de San Pedro
Construida en el año 1077 y declarada Monumento Nacional y Bien de interés Cultural, es uno de los monumentos más importantes del románico español. Cuenta con dos puertas de acceso y en la fachada principal podemos encontrar un pórtico de gran tamaño. La entrada es gratuita, aunque si quieres visitar el Museo Diocesano, que es uno de los tres grandes museos dedicados al Románico en España, tendrás que pagar 6 euros que merecen la pena.
Torre del Reloj
En el centro del casco histórico de Jaca nos encontramos esta torre de piedra, también conocida como “la Torre de la Cárcel” porque fue construida en el año 1445 como prisión provisional por la destrucción de la Catedral y su cárcel.
Esta torre fue de los pocos edificios que quedaron íntegros tras la Guerra de la Independencia. En un lateral se puede ver la estatua del primer rey de Aragón, el rey Ramiro I, quien nombró a Jaca como capital.
Real Monasterio de las Benedictinas
Este monasterio lo visitamos por casualidad, no imaginábamos que fuese a ser un lugar tan cargado de historia. Se encuentra al final de la Calle Mayor; es un edificio del siglo XI, el cual fue ocupado por el rey Ramiro I. Tras varias reformas y ampliación de estancias, lo habitaron las monjas benedictinas. Actualmente podemos ver en su interior un pequeño museo que conserva tesoros como lienzos con pinturas murales procedentes de la bóveda de la cripta y el famoso sarcófago de Doña Sancha, el sepulcro que mejor se conserva del románico, con unas figuras en relieve preciosas.
Después de recorrer toda la ciudad y los puntos de interés, nos fuimos de tapeo para degustar la rica gastronomía de aquella zona; y como nos encanta la montaña, más tarde salimos a las afueras para perdernos, conocer todo el entorno y disfrutar de unas maravillosas vistas.